El arte de transformar los “a pesares”


Hace cuatro años, en algún rincón de La Mancha, un grupo de amigos se congregó para brindar, comer, bailar y sonreír con esa intensidad que solo aparece cuando algo importante se recupera por fin: la libertad. Esa de la que tuvimos que prescindir bajo el pretexto de conservar su contraria, la seguridad.

Como escribió Zygmunt Bauman en Vida líquida, estas dos —la seguridad y la libertad— residen al borde de la misma balanza y son igualmente necesarias para una existencia plena.

“Aunque no hay vida humana gratificante y digna concebible sin el concurso tanto de la libertad como de la seguridad, rara vez se logra un equilibrio satisfactorio entre ambos valores: a juzgar por los innumerables e invariablemente fallidos intentos del pasado, es muy posible que tal equilibrio sea inalcanzable.”

Entenderlas como caras de una misma moneda no es inmediato. Pero podemos ayudarnos de ejemplos. Uno muy sencillo y directo es el del contrato fijo. La estabilidad que ofrece nos hace sentir seguros, sí, pero también implica, en cierta medida, una renuncia a la libertad. Otro menos tangible pero más sugerente es la teoría del color. 

Quizá conozcas el concepto de los colores complementarios: aquellos que se sitúan en extremos opuestos de la rueda cromática. Tienen la particularidad de equilibrarse entre sí. Por eso, cuando un pintor quiere suavizar un amarillo demasiado vivo, no usa blanco, sino azul: su color opuesto.

Es la misma lógica detrás de la teoría de Bauman:

“Todo aumento de libertad puede ser interpretado como una reducción de la seguridad, y viceversa.”

Esa reducción de libertad propició, sin embargo, que el encuentro en el rincón de La Mancha tuviera una energía extraordinaria. Y si bien es un mérito que no se le puede negar, también fue la causante de unos preparativos inciertos y con muchos cambios.

A pesar de ello fue un día inmejorable. Y es que como basta con observar la vida para concluir que todo sucede a pesar de, será mejor contar con ello y animarse a compartirla con quien los tolere bien.

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